A inicios de abril de este 2020, cuando quedamos encuarentenados, encerrados y todas las oficinas y colegios se mudaron a nuestras respectivas casas, navengando por LinkedIn, me topé con un video de Simon Sinek sobre liderazgo.
“¿De dónde lo conozco?” – Me pregunté. Yo lo he visto antes… ¿pero en dónde?. Me quedé enganchada y como toda cibernauta que se respete, lo Googlié y me conseguí con un montón de información valiosa. Le comenté a Daniel (para los que no lo conozcan, es mi esposo) y él me dijo… “ese no es el del video de los Millenials?”… y ahí dije “claro! ese mismo es!”.
El hecho es que seguí topándome con él constantemente – esos son los algoritmos mágicos de las redes sociales – y todo lo que decía resonaba conmigo! Era lo que necesitaba escuchar en ese momento. De alguna manera llegué a su TED Talk en donde hablaba sobre el Círculo Dorado. La relación entre lo que hacemos, cómo lo hacemos y por qué lo hacemos. Tenía total sentido lo que estaba diciendo, así que fui más allá.
Fui hasta su página web y vi que tenían clases online y para mi sorpresa eran “Pay what you can”, o sea, paga lo que puedas. Era la primera vez que veía esto y encontré uno que se llamaba Start your Why (Empieza con el Por qué). Al leer la descripción me llamó mucho la atención y recuerdo haberle escrito a mis hermanos para que se inscribieran también.
Resulta que el Porqué, propósito, creencia o causa es nuestro super poder, nuestra contribución e impacto para el mundo. Es eso que nos hace únicos y la razón por la que nos levantamos en las mañanas.
– Lo que viene a partir de ahora representa un antes y un después en mi vida.-
La clase fue totalmente diferente a cualquier webinar o clase que había estado. Salí de esas 2 horas con una energía y con una curiosidad que no había tenido en mucho tiempo (Cabe destacar que para el momento en que tomé esta clase, yo estaba de “vacaciones”, con contrato suspendido y con mucha incertidumbre sobre mi futuro en la empresa donde estaba).
En el espacio que dispuse para mi oficina en casa coloqué una pizarra blanca que usaban mis hijos para jugar y allí empecé a escribir todas las cosas que habían surgido en esa clase. Todas las palabras que me describían, las que me gustaban, las que resonaban conmigo. Adicional, coloqué todo lo que me habían dicho mis amigos y familiares en una encuesta que les mandé para Reinventar a Kristine. Una idea que saqué de Dorie Clark y su libro Reinventing You. De esa encuesta conseguí información muy valiosa de cómo era percibida por los demás, cuáles consideraban que eran mis fortalezas, mis oportunidades de mejora, lo que me hacía brillar, entre otras cosas.
Todo lo anoté en la pizarra blanca. TODO!
Lo veía todos los días. Borraba cosas, anotaba otras.
Escribí el borrador del Porqué que logramos esbozar en esa clase de Simon Sinek.
Escribí versiones de ese borrador… y fui dando con otras palabras que me hacían más sentido.
Fue a través de esa clase que llegué hasta un grupo llamado Ynternational (con Y de WHY) de personas alineadas a mi forma de pensar… de todas partes del mundo… Un grupo para compartir experiencias, información, conocimiento, pero sobre todo para escuchar, conectar y ayudar.
En ese grupo empezamos a conversar y refinar los Porqué de cada uno. Hubo muchas buenas ideas!
Para poder avanzar con paso firme me inscribí en la clase que ofrecía Simon Sinek para Refinar mi Porqué y conocí a otro grupo espectacular de personas que me ayudaron a encontrarle más sentido a mi frase.
Habían pasado 2 meses y 5 versiones hasta que di con esa frase que me sigue produciendo piel de gallina cada vez que la leo, la escribo o la digo en voz alta. Esa es la señal de que por fín, descubrí mi porqué.
Cuando pienso en todas mis experiencias, mi trabajo, mis estudios, la escuela, mi familia… todo tiene sentido y encaja. Lo bueno de saber mi Porqué es que de ahora en adelante tengo un filtro para poder tomar decisiones que esten alineadas con mi creencia o causa.
Y es que no te había contado… pero al descubrir mi porqué, entendí en qué tenía que trabajar para sentirme bien y no odiar los lunes!
Por cierto… mi porqué es: Cerrar brechas para que podamos ser nosotros mismos y prosperar cada día.
